“Yo no creo en el fondo”

Riku se paró en el subte para que se siente una señora mayor — Seguro que los demás deben pensar que soy un buen tipo por pararme —

Se dió cuenta que algo andaba mal porque el tren comenzó a hacer ruidos raros. Nadie tuvo la valentía para asomarse y ver qué pasaba en los extremos que se acordeonan. — Si nadie va, seguro va a quedar muy valeroso que me acerque —

Y al asomarse pudo ver que una de las esquinas estaba prendida fuego.

—¡ Fuego! Suenen la alarma —

Viendo que nadie reaccionaba, corrió y rompió con la mano la protección del botón de pánico. Su mano empezó a sangrar un poco y pensó — Debo parecer muy sacrificado.

Con la alarma todavía sonando, el vagón se soltó de manera muy violenta. Todos cayeron de manera caótica y Riku sostuvo como pudo a una niña que estaba muy desprotegida. — Qué bien me debo haber visto salvando una niña pequeña, seguro todos piensan que soy un gran héroe.

A oscuras, y con muchas personas gravemente heridas, se empezaron a sentir explosiones provenientes del túnel. Parecían aisladas pero los gases y el fuego alcanzarían el interior si alguien no se ofrecía a cerrar la puerta del carro. Todos morirían.

Riku tomó el liderazgo y con un trozo de su ropa se envolvió las manos para intentar cerrar la puerta de metal. Estaba rota y el fuego se acercaba.

— Voy a tener que sostenerla desde afuera hasta que todo termine, seguro voy a ser recordado como un gran héroe. Un gran sacrificio —

Muy en el fondo, Riku se llenó de angustia mientras el fuego avanzaba sobre él.

De pronto despertó en un cuarto luminoso. — Debo estar muerto — Dedujo, al ver que su cuerpo estaba impoluto y en perfecto estado.

Luego apareció Dios.

— Bueno, chabón, vas a ir al cielo. Re piola.

— ¿Cómo que voy a ir al cielo? No entiendo, muy en el fondo yo hice todas esas buenas acciones porque quería ser visto como alguien bueno.

— Yo no creo “en el fondo” — Le respondió, mientras se encogía de hombros — si querés te mando al infierno, como vos quieras, chabón.

— Sí, por favor